La pedagogía del siglo XX

LA PEDAGOGÍA DEL SIGLO XX

La educación, ante todo, es el medio por el que la sociedad transforma constantemente las condiciones de su propia existencia.

Las principales ideas que también se exponen, además de la anterior, recaen directamente en una exigencia por la que la educación sea común y con igualdad de oportunidades en todos los países, sin diferenciación de los altamente civilizados y los que no lo son tanto o nada.

Actualmente, la intervención de los poderes públicos en la educación, es casi total. El gobierno, los políticos... todos esos equipos o conjuntos de personas son los que rigen y establecen las bases de la educación y asumen el papel de la escuela por completo.

El texto añade que cuando se da el caso de una educación o enseñanza caracterizada por la especificación en las actividades y la industrialización, una nación capta con mucha más precisión la manera de manejar sus funciones y llevarlas a cabo, al igual que lo que le compete con otras naciones.

Por ello, para finalizar el texto, se comenta que debe existir una doble perspectiva, centrada en la homogeneización y la especialización; ésto se refiere a que todos los individuos deben tener una base común y unos valores para afrontar y sobrevivir en la sociedad que habitan, y al mismo tiempo, una especialización o un destino hacia lo que realmente les interese o crean que deben hacer, es decir, centrarse en una sola rama o parte que le lleve a conseguir su objetivo y no solo en lo común de todos los demás. Por ello se relaciona en el texto esta doble perspectiva, con la definición que da Durkheim de la educación.

REFLEXIÓN:

Se ve claramente la diferenciación, la educación, que existe en los diferentes países. Los poderes públicos son quienes manejan estas situaciones, y en ocasiones, resulta perjudicial, porque hay un interés más pronunciado hacia sus propios intereses, que hacia los de los niños o jóvenes que estudian en la escuela, a quiénes muchas veces no se les tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones.

También debe existir la doble perspectiva de homogeneización y especialización, pero no debe ser a una edad muy temprana. Tiene que haber una base común para todos, hasta el momento preciso, en el que cada individuo tenga la capacidad de decisión para elegir lo que mejor le convenga, pero sin influencias ni presiones, es decir, por su propia voluntad; aunque no quita que reciban apoyo, consejo o ayuda por parte de sus educadores, quienes, a veces, les pueden orientar.